Un nuevo estudio publicado en la revista Nature reporta tres casos de agresiones violentas y letales en grupo en gorilas de montaña de Virunga hacia machos solitarios, producidas sin una razón obvia inmediata.

Los autores indican que, a pesar de que estos gorilas llevan estudiándose des de los años 60, este tipo de comportamiento se observó por primera vez a mediados de los años 90, coincidiendo con un cambio demográfico que podría ser el detonante de la aparición de esta conducta.

Hasta entonces, los grupos de gorilas consistían en un macho adulto y varias hembras, ya que los machos maduros abandonaban su grupo natal para establecer sus propios harenes. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha observado que muchos machos adultos suelen permanecer en el grupo natal, en lugar de marcharse para formar uno propio.

Se desconoce el motivo de este cambio demográfico y en la conducta de los gorilas, a pesar de que se han propuesto varias hipótesis. Una de ellas es resultado del gran éxito del programa de conservación de la subespecie, que ha hecho incrementar la densidad poblacional en las últimas décadas. No obstante, los autores advierten que los números actuales todavía no superan la capacidad de carga del hábitat de los gorilas y el tamaño poblacional sería ahora más parecido al original, antes de que el hombre casi diezmara las poblaciones de gorilas.

Otra posibilidad se debería a la presencia humana en la zona, que actuaría como una presión externa, obligando a los gorilas a no alejarse de sus grupos y no expandirse hacia otras zonas. Sin embargo, el hombre ha estado presente en la zona des de mucho antes de este cambio demográfico, por lo que los autores no consideran esta hipótesis una explicación válida.

Los investigadores también descartan que este comportamiento y estructura social fuese la normal antes del decrecimiento de las poblaciones, o que la falta de espacio y/o alimento sea un factor determinante que motive este tipo de ataques en coalición.

Así, Stacy Rosenbaum, la autora principal del artículo, explica que podría haber varios factores en juego, especialmente si tenemos en cuenta que casi todos los miembros del grupo, incluidas hembras y crías, participan en estas agresiones multitudinarias al mismo tiempo. La motivación de las hembras podría radicar en el instinto de protección de las crías. Los machos, por su lado, querrían evitar que las hembras abandonasen el grupo, ya que es en los  encuentros intergrupo cuando las hembras pueden tomar la decisión de marcharse con el adversario.

Aun así, este tipo de casos son extremadamente excepcionales y demuestran que el comportamiento de los primates es mucho más flexible y diverso de lo que pensábamos. A pesar de que los chimpancés, hasta ahora, se llevaban la fama en cuanto a su comportamiento violento, ampliamente ilustrado en sus incursiones territoriales, las características de esta conducta agresiva en gorilas llevó inevitablemente a los investigadores a trazar un paralelismo con otra especie de gran simio aún más violenta: los humanos.

Referencias:
Rosenbaum, S., Vecellio, V., & Stoinski, T. (2016). Observations of severe and lethal coalitionary attacks in wild mountain gorillas. Scientific Reports, 6, 37018.
http://www.seeker.com/gorillas-caught-engaging-in-mob-violence-2106602759.html