Por Iván García-Nisa @ivangarcianisa, vocal de Educación, Divulgación y Comunicación de la @APEspain / educación@apespain.org | Photo by Kitty Terwolbeck @ CC Some rights reserved
¿Sienten celos los primates no humanos? Un nuevo estudio arroja algo de luz sobre esta cuestión. Un grupo de científicos del Instituto Max Planck revela que tanto en el chimpancé occidental (Pan troglodytes verus) como en el mangabey gris (Cercocebus atys atys), los individuos intervienen en la formación de nuevas alianzas en función de sus vínculos afectivos y su rango social.
Al parecer, individuos de ambas especies tienden a interrumpir sesiones de grooming entre otros compañeros cuando éstas pueden tener un impacto negativo sobre ellos. En concreto, esta tendencia a interrumpir sesiones de grooming se suele producir en tres situaciones principalmente: a) cuando el individuo que ejecuta el grooming es de un rango social similar al del individuo que interviene y el individuo que recibe el grooming es de un rango social mayor, b) cuando los individuos implicados en la sesión de grooming tienen vínculos estrechos con el individuo que interviene, c) cuando los individuos implicados en la sesión de grooming aún no han establecido vínculos estrechos entre ellos.
¿Se puede concebir este comportamiento como un acto de celos? Los autores indican que es demasiado pronto para considerarlo así, aunque su analogía con el comportamiento humano en contextos similares podría ayudarnos a encarrilar futuras investigaciones para responder esta pregunta.
Referencias: