por Teresa Sauquet @TeresaSauquet, vocal de Conservación y Bienestar de la @APEspain | conservacion@apespain.org
 

ZOOXXI es una propuesta internacional para reconvertir los parques zoológicos teniendo presente la sensibilidad, la ética y el conocimiento científico del siglo XXI. En el mes de mayo de 2015 se organizó en Barcelona la presentación internacional del proyecto, diseñado por la Fundación Franz Weber y la Asociación Animalista Libera. Durante el evento 21 personalidades de Barcelona pidieron la aplicación de este proyecto en la ciudad.

La propuesta cuenta con el apoyo y asesoramiento de Carme Mate (exdirectora del Zoológico de Barcelona), Jordi Portabella (expresidente del parque), Jaume Fatjó (director de la Catedra Fundacion Affinity Animales y Salud del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Universitat Autònoma de Barcelona), Magda Oranich (presidenta de la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Barcelona), cargos electos del Ayuntamiento de Barcelona, diputados catalanes, y diputados y senadores pertenecientes a la APDDA (Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales), entre otros.
Leonardo Anselmi, portavoz del proyecto ZOOXXI, nos explica a continuación más detalles sobre este proyecto que se ha gestado tras varios años de trabajo, estudios e informes multidisciplinares, una propuesta audaz e innovadora que exige un cambio en nuestra relación con los animales y que cuestiona el actual modelo, quizás obsoleto, de los parques zoológicos.

— ¿Cómo surge ZOOXXI?
En el año 2008 ocurrió un suceso en el Zoológico de Barcelona que hizo que nos pusiéramos en acción: La elefanta Alicia —matriarca del grupo y a la que la elefanta Susi estaba muy unida— tras numerosos episodios de problemas estomacales (producidos por la ingesta de juguetes y otros objetos) se le aplicó la eutanasia. Susi presenció la muerte de Alicia, y a ello se añadió que dejaron su cadáver junto a Susi en la instalación toda la noche hasta el día siguiente. No teníamos una buena opinión del parque y más después de ver como se gestiono la muerte de Alicia en presencia de su amiga Susi. Así que, preocupados por el estado de Susi, empezamos a investigar y a consultar el caso a expertos como Joyce Poole (cofundadora de ElephantVoices, Dra. En comportamiento de elefantes por la Universidad de Cambridge) quien nos animó a empezar la campaña Libera a Susi. Realizamos la campaña y detectamos que imperaba cierto descontento en la población con el modelo que nos muestra el zoo. Se sumó mucha gente a la campaña, desde José Saramago a Sofía de Grecia, en aquel entonces reina de España… en ese momento descubrimos lo que es un zoo, una chapuza monumental disfrazada tras una retórica conservacionista. El zoo reaccionó de la peor manera que podía hacerlo ya que no atendió a nuestras llamadas ni respondió a las cartas enviadas por José Saramago, Sofía de Grecia… A raíz de esta campaña empezamos a aprender e informarnos acerca de la naturaleza de los zoológicos, a estudiar los manuales de la EAZA (European Association of Zoos and Aquaria), a hablar con académicos, científicos… y este fue, en realidad, el caldo de cultivo del proyecto ZOOXXI.

Leonardo Anselmi. Foto cortesía ZOOXXI

— ¿Por qué surge ZOOXXI?
Veíamos que el cierre del zoo tendría problemas logísticos y morales, ya que dejaría a muchos trabajadores en la calle y a animales desamparados. Entonces hicimos un informe donde analizamos el cierre de 97 zoos en el mundo, analizamos las causas del cierre y que pasó con los animales. Vimos que el 95% de esos animales acabaron en otros zoos, con lo cual cerrar un zoo no es más que ejecutar un traslado de animales; del 5% restante, algunos acabaron en lugares mejores, como santuarios o reservas, y otros en lugares peores, como reservas de caza, peletería, restaurantes de comidas exóticas… Ante este escenario vimos que un zoo no puede cerrarse, pero sí que puede mejorarse. El zoo puede ser un espacio destinado al fomento de los derechos de los animales, pero lo que le falta según nuestro criterio es cambiar de rumbo. Este nuevo rumbo debería tener presentes 5 elementos:

  1. Un zoo más científico: la lógica del zoo no puede ser únicamente mercantilista y enfocada al ocio. Su estructura y espina dorsal debe ser la ciencia, el trabajo científico. Una de sus estrategias científicas es apostar por la investigación y la preservación de las especies in situ, y no ex situ. Hasta este año la EAZA no ha obligado a los zoos a invertir el 3% de sus ganancias en investigación in situ. La preservación de especies ex situ no tiene ningún sentido cuando hablamos de especies que ya han perdido patrones genéticos y no pueden ser tampoco reintroducidas. La presión humana que están recibiendo los animales en sus hábitats naturales no se soluciona reproduciendo animales en cautividad.
  1. Un zoo más autóctono. Los animales autóctonos deben ser preservados y los zoos pueden jugar un papel importante en su reproducción y reintroducción. Podrían funcionar como centros de rehabilitación de fauna autóctona, de manera que tendrían que ir disminuyendo la fauna exótica a favor de la fauna autóctona.
  1. Un zoo más atractivo. El actual modelo presenta al público animales inactivos, con estereotipias, dopados, con zonas sucias… Es importante que el zoo sea ≪divertido≫ para, de esta forma, reforzar su función educativa y didáctica. El uso de las nuevas tecnologías puede ofrecer al zoo herramientas didácticas. Estamos en un momento en el que las nuevas tecnologías se han incorporado a nuestras vidas, pero los zoos no lo han hecho. Deberían trabajar con realidad virtual e interactividad. En el Zoológico de Barcelona realizamos un estudio con 600 familias entrevistadas para detectar percepciones, usos y costumbres y consumo dentro del zoo. Con ello queríamos saber cual había sido el aprendizaje y sus gustos. Vimos que se empatizaba con los animales, se sentía tristeza por ellos, pero al realizar la pregunta final sobre que cambiarían del zoo, la mayoría coincidía en rebajar el precio de la entrada. Nuestra sensación es que la gente acude al zoo como a cualquier otro espacio de ocio, sin importarle demasiado los animales, buscando simplemente pasar la tarde del domingo. Ninguno de los encuestados mostró una motivación educativa para sus hijos como objetivo de la visita. Es más, al salir les pedíamos que recordaran 10 especies de los animales vistos, y a partir de la quinta especie ya eran incapaces de recordar. También analizamos el comportamiento relacionado con el consumo de las familias, y vimos que los niños únicamente observaban a los animales en 4 o 5 ocasiones, sobre todo en el caso de grandes simios, delfines o elefante, el resto de animales eran ignorados y las áreas de juego infantil parecían ser las zonas donde los niños se divertían más y pasaban más tiempo.
  1. Un zoo educativo. El zoo actual tan solo muestra al visitante información sobre la especie. Creemos que se podría perfeccionar esta información, y que es importante, pero a nuestro parecer falta información sobre el individuo, entender que capacidades cognitivas tiene, que siente… La educación en el individuo es la educación en valores de respeto y empatía, tolerancia, convivencia… Nos interesan los estudios que dicen que educar en la empatía hacia los animales redunda en el incremento de empatía hacia los propios congéneres. Estamos actualmente trabajando con la Australian Catholic University para demostrar este hecho. Hemos trabajado en el santuario de equinos (Proyecto Equidad) en Argentina, con programas de educación de niños y equinos maltratados, y pronto publicaremos el estudio. Las escuelas deberían ir al zoo al menos 1 vez al año, y conocer proyectos educativos basados en el fomento de estos valores para que los profesores pudieran seguir con ese tipo de educación en la escuela. El objetivo sería proyectar ese tipo de educación en valores a través del zoo.
  1. Un zoo con más participación ciudadana. Hemos creado un equipo científico formado por Carmen Mate, Jaume Fatjó, Santiago Lavin, Jordi Portabella y más veterinarios y biólogos, pero también queremos analizar el zoo desde otros puntos de vista, como el social, económico… En las universidades de Cataluña hay suficientes profesionales como para formar un comité multidisciplinar que tome decisiones importantes y que evite la corrupción dentro de los zoos. El hecho de formar un comité ciudadano tiene como elementos fundamentales: por un lado la transparencia, que no existe en el modelo actual porque es imposible conseguir datos de ningún tipo dentro del zoo, económicos, sobre las muertes de animales (práctica del culling), nacimientos, los sótanos donde estabulan animales, etc.; por otro lado, también evitaría la corrupción. Además de representantes de universidades, el comité debería estar formado por representantes vecinales, ONGs de protección animal e incluso por la EAZA, pero como un miembro más.
Foto: Contesía de ZOOXXI
 
— Sin embargo, vuestra propuesta no se limita al Zoológico de Barcelona, sino que opera a nivel mundial, ¿es así?

 Hemos tenido diversos acercamientos a zoos de Sudamérica, interesados por el modelo que planteamos. Por ejemplo el Zoo de Pachuca (Tuzoofari) en México, ya está adherido a ZOOXXI y nos falta presentarles las ideas de lo que a ellos les faltaría actualmente para terminar de cerrar el modelo, que en este caso seria básicamente el modelo educativo.

— Entonces, en cuanto a bienestar animal, ¿cumple el Zoológico de Pachuca vuestro estándar?

Efectivamente. Actualmente están mandando muchos animales a santuarios de EEUU, ello está generando espacio para otros animales, tratando de mantener y centrarse en especies autóctonas. Están también recuperando animales de colecciones privadas, empezando a funcionar como centro de recuperación y realizando un trabajo importante en la mejora del bienestar animal. Hay también otros zoológicos como el de Montevideo o el de Buenos Aires, el Zoológico de Mendoza y el de La Rioja en Argentina, con los que ya había contacto previo a través de la asociación. Todos están de acuerdo en empezar a conversar, viendo si se suman totalmente al proyecto o si tienen presentes algunos de los aspectos. Ese es un riesgo que corremos pues a nosotros nos gustaría que cogieran el paquete entero, aunque no queremos mostrarnos intransigentes, o no negociadores, ya que el propio concepto del proyecto ZOOXXI es un paquete negociado, ya que es pragmático, realista, tibio si se quiere. En realidad estamos pidiendo algo plausible y realista.

— Pero, ¿por qué el Zoológico de Barcelona os interesa tanto?

 Por una serie de razones. La primera y más importante es porque nuestra sede está aquí, pero también porque vemos otras estrategias. Por un lado Barcelona es una ciudad con una gran proyección internacional. Para mi Barcelona es la Florencia del siglo XXI. En esta ciudad pasan cosas que pasaran en el resto del mundo dentro de un tiempo. Es una ciudad con mucha militancia política, asociativa, con gran capacidad de cooperativismo. Por otro lado es una ciudad considerada una de las mecas de la protección animal, que no puede permitirse tener un zoológico como el que tenemos.

Pienso que los zoológicos son un termómetro de la moral de una sociedad. La gente cree que los zoológicos empezaron en el siglo XIX con la caza y con la conquista de África, sin embargo tienen 6000 años aproximadamente. Constantinopla, Egipto… era una estrategia imperialista, se traían de sus conquistas, arquitectura, gente y animales. Deberíamos preguntarnos si eso acabó. Para mi sigue siendo imperialismo, sigue mostrando la supremacía europea respecto al resto de territorios mundiales. Seguimos yendo a África y a Sudamérica a coger lo que nos gusta. Realmente, ¿esa es la manera en que Europa quiere ser vista? Yo creo que el ciudadano europeo ya no piensa así, y el barcelonés, menos. Mas allá de esto, hay otro imperialismo que es el del ser humano sobre el resto de especies. Pusimos en marcha en Barcelona una estrategia, y a raíz de ella hemos dado charlas en una escalera de vecinos, en un centro ocupado, en una universidad, en el Colegio de Periodistas, en distintos lugares simplemente para explicar a la gente cual es nuestra visión del zoo y recordar lo que los zoos fueron históricamente… Por ejemplo, hasta 1977 tuvieron humanos encerrados en zoos, una niña pigmea por ejemplo en el Zoo de Bruselas. En el Zoo de Madrid podías cazar hasta los años 70, si pagabas un poco más te llevabas la cabeza (¡incluso tenemos los carteles originales del diario ABC que promocionaban el hecho!). El zoo es un espejo de lo que somos, y si lo vemos así, con más motivo podemos plantearnos cambios importantes.

Un momento del encuentro. Cortesía ZOOXXI
 
— ¿Cuáles son vuestras estrategias para implementar el modelo en el Zoológico de Barcelona?

 En mayo 2016 se ha cumplido un año desde que tomaron posesión el actual gobierno y tenemos ya un compromiso con Ada Colau, Alfred Bosh y Xavier Trias. Además, tenemos mayoría en el Consejo de Barcelona para poder aprobar el proyecto. Pensamos en darle a este gobierno municipal un año de margen. Está creando un grupo de trabajo sobre el zoo, tomando decisiones urgentes a corto plazo con las que estamos de acuerdo. Nuestro proyecto no se construye a corto plazo, planteamos cambiar el paradigma del zoo y dirigirlo a otro lado. Por el momento nos mostramos pacientes pues entendemos que necesitan tiempo para organizarse, pero tenemos puesta en marcha toda una maquinaria para hacer una iniciativa legislativa popular (ILP) en Barcelona para exigir la puesta en marcha de ZOOXXI. Defenderemos esa ley y haremos las movilizaciones necesarias para que se aplique. Sabemos que el plazo que tenemos es lo que durará este gobierno, unos tres años más. Tenemos experiencia en movilizaciones populares ya que coordinamos la ILP de los toros, aquí en Cataluña. Ya tenemos el apoyo de federaciones de estudiantes, de vecinos…

— De acuerdo, ahora imaginemos que finalmente ZOOXXI se pone en marcha. Hablemos de casos concretos, por ejemplo, ¿qué va a pasar con los animales? ¿qué pasará con los grandes simios?

 Tendremos que tomar medidas a corto, medio y largo plazo. A corto plazo deberíamos tomar una serie de decisiones con los animales. Como primera medida frenar la reproducción de los animales en cautividad que no estén implicados en un programa de reintroducción. El tritón del Montseny, por ejemplo, es un proyecto que debe continuar. Como segunda medida no debe entrar ningún animal mas excepto en el caso que el comité ciudadano, mediante una comisión permanente, lo decida. Si el animal proviene de una explotación peor, como un circo o cualquier otra incautación, evidentemente tiene cabida en el zoo, como decisión excepcional. El siguiente paso sería evaluar qué animales pueden viajar a santuarios. Para esa evaluación hemos diseñado dos programas, uno privado y otro público. El privado se llama CETA (Criterios de Evaluación para el Traslado de Animales). Consta de dos partes, la primera es biológica y veterinaria (ver si el animal está en condiciones de ser trasladado e integrado), y la segunda es política (si hay un lugar capaz de recibirlo y si el animal pertenece o no al estado — Convenio CITES —). Cuando un animal sale exitoso del programa CETA, pasa a un segundo programa, el IFS (Individuos en Fase de Salida). Diferentes instituciones y empresas, incluso donaciones privadas, podrían ayudar a cada uno de esos traslados porque son muy costosos y no pueden salir del heraldo público. El Ayuntamiento de Barcelona podría financiar algún traslado como muestra de buena voluntad, pero la idea es que se implique la sociedad. Con ello pensamos que al poner nombre y cara a cada uno de los animales que van a trasladarse, incluso alcancías delante de la instalación de cada uno de ellos, cada caso se va a tratar como único, y la gente se implicará. La megafauna seria prioritaria por el espacio que ocupa, permitiendo una readecuación de espacios. En el Zoo de Barcelona hay 2555 individuos, en 5 hectáreas, cuando además el 80% es espacio para la gente. Para los animales que no pasen la fase CETA, deben adecuarse las instalaciones. El siguiente gran paso sería desarrollar un modelo educativo totalmente nuevo. Crear un comité de expertos en la ciudad, que pueda ayudar desde su experiencia a crearlo. En tercer lugar todo lo que es el modelo institucional. Salir de BSM (el Zoológico de Barcelona es un organismo público en manos de BSM, Barcelona Serveis Municipals), de la EAZA… todo debe depender del ayuntamiento ayudado por los comités correspondientes. Estas tres serian las 3 acciones de choque, de urgencia.

Un momento del encuentro. Cortesía de ZOOXXI
 
— Personalmente, y aunque me gusta la idea del traslado de los animales, veo difícil encontrar santuarios para todos ellos, teniendo en cuenta los pocos santuarios que existen en Europa y lo ahogados que van. ¿Habéis empezado ya a poneros en contacto con santuarios para evaluar la capacidad y especies que pueden acoger? Y, ¿quién va a financiar estos traslados?

 Haremos público un nuevo informe de la plataforma que es el listado de santuarios que hay en el mundo. Hasta ahora nadie lo había hecho todavía, un listado de santuarios y reservas. Cuando quisimos hacer el traslado de la elefanta Susi, era a Tennessee, ya que no había mas santuarios que la acogieran. El coste total del traslado era de un millon de euros. Bob Barker, un famoso presentador de televisión de EEUU estaba dispuesto a financiarlo. Ese dinero incluía contratar a un especialista durante 6 meses para entrenar a Susi a subir a la jaula de transporte, alquilar un avión del ejercito, y 10 años de mantenimiento que es lo que pedía el santuario (el mantenimiento de un elefante al año son 10.000 dólares). Esta opción es poco sostenible, pero hay que tener en cuenta que, como el objetivo es ganar espacio, liberar megafauna implica ganarlo para muchos animales. De todas formas hay que ver primero qué animales superan el programa CETA, que lamentablemente creemos que serán muchos. Entre santuarios y reservas estamos hablando de unos 2.500 centros, que hemos clasificado en base a criterios como el espacio, tipo de especie… y muchos de ellos están dispuestos a aceptar animales. El proceso es complejo y poco sostenible pero si cada ciudad puede, mediante su ciudadanía e instituciones, liberar 30, 40 o 50 animales, mas allá del beneficio del traslado para los animales, tiene además un efecto educativo importante en la población. Nuestro planteamiento no es simplemente agrandar las instalaciones del zoológico y aplicar enriquecimiento ambiental, nuestro proyecto es plantearnos si realmente vamos a transformar ese modelo obsoleto en algo útil. Hemos recibido críticas en las que ven nuestro modelo deficitario, aunque somos de la idea que las nuevas tecnologías pueden atraer a un público completamente nuevo, y que una reconciliación del Zoo de Barcelona con los movimientos ecologistas y animalistas podría atraer también a más público. No creemos que haya menos público por haber un elefante o una jirafa menos, o porque se haya finalizado la reproducción. A la vez que va ir bajando la curva en la cantidad de individuos, va a ir subiendo la curva de la cantidad de atracciones, como por ejemplo las virtuales. Puede captarse también al mundo científico, a las universidades y colegios para que utilicen el zoo para ir a hacer sus exposiciones, charlas, congresos. Por otro lado considero que escuelas u hospitales no son deficitarios, sino necesarios, con lo cual esta reconversión del zoo que planteamos, no nos importaría que se convirtiera en deficitaria, pero necesaria.

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Más información: http://zooxxi.org

 

Fuente: https://veusdelzoo.wordpress.com/; Paula Pairó